Conquista nuevas cimas en RH

Los hábitos son conductas observables en los seres humanos. Establecer rutinas cotidianas apoya y fortalece la construcción de comportamientos y, se espera que cada persona oriente el esfuerzo de forma positiva.

Entre los hábitos que gozan de una mejor valoración en las organizaciones se encuentra uno que, al ser llevado al nivel de habilidad o competencia, promueve que los líderes y sus equipos sean capaces de mejorar de manera continua en el terreno profesional.

Bernard Roth, profesor e investigador de la School of Ingineering at Stanford University, explica que el hábito de desafiarse consiste en tres aspectos o conceptos esenciales desear, hacer y tomar el mando. Es decir, que las personas son capaces de visualizar lo que quieren obtener (por ejemplo, un cambio o una transformación, en un plano más profundo), diseñar la estrategia para conseguirlo, proveer los recursos y ejecutar el plan y, hacerse responsables de la conducción del proyecto y de las consecuencias e implicaciones.

En su libro “The Achievement Habit”, Bernardo Roth comparte que desarrollar el hábito de desafiarse permite comprender:

• Porqué razón tratar no es suficiente para desarrollar los proyectos y cómo se diferencia entre el intentar y el hacer.
• Porqué las escusas lo único que legitiman es la auto-derrota.
• Cómo cambiar el auto-concepto de ser una persona que trata, a una persona que en realidad se dedica a hacer y a superar sus límites cada vez un poco más.
• Cómo se adquiere el lenguaje del cambio y cómo se aplica para resolver los dilemas existenciales y las barreras que limitan o condicionan la acción.
• Cómo construir la resiliencia a través de lo que hacemos, lo que deseamos lograr y lo que aprendemos en el camino de las pequeñas derrotas.
• Cómo entrenarse para ignorar las distracciones que estorban en el desarrollo de las habilidades para el logro de metas y superación de desafíos.
• Cómo estar abiertos al aprendizaje desde la experiencia personal y la de otros individuos.

¿Cómo se puede aplicar en la mejora del desempeño?

Desarrollar el hábito del desafío requiere que el área de Recursos Humano diseñe y opere un programa sencillo y a la vez profundo, para el entrenamiento que ayudará a que los colaboradores puedan identificar:

• El estado inicial o punto de partida.
• El desafío o nueva meta que se quiere superar, con base en las habilidades y capacidades reales.
• Los recursos o acciones que se requieren para superar el desafío.
• El estímulo o recompensa que se encontrará al final del proceso.

1. Inicia con una sesión básica en la que se le proporciona retroalimentación al colaborador respecto de su desempeño. Es importante reconocer los logros alcanzados y mirar con mayor amplitud las áreas de mejora.
2. Pide al colaborador que escoja cuál será la meta que se convertirá en el desafío para un periodo de evaluación de desempeño siguiente. Por ejemplo, el mes o bimestre próximo. La meta puede describirse en diferentes niveles: mínimo, esperado y sobresaliente.
3. Utiliza una tarjeta de seguimiento, diagrama o agenda como herramienta para registrar el desafío y que sirva al colaborador para visualizar el reto en cuestión de días o semanas, para facilitar que cumpla con el compromiso.
4. Establece en la agenda cuál o cuáles serán las fechas para las próximas revisiones.
5. Sella el compromiso con el colaborador. Recuerda que el valor de la palabra es uno de los más relevantes en diversidad de culturas. De este modo, cuando el individuo se compromete, “dejando su palabra de por medio”, con mayor seguridad se acercará al logro de las metas formuladas.
6. Monitorea periódicamente, al menos una vez cada semana, para asegurarte de que el colaborador realiza con efectividad los pasos que se requieren para llegar a la meta.
7. Al llegar la fecha límite, revisa el estatus del desafío con el colaborador, de manera que se pueda analizar, evaluar y, en su caso, celebrar el reto superado.

Con información de Amedirh.