Trabajar en tribu: ¿Cuáles son las ventajas y retos de las microculturas organizacionales?

Las microculturas pueden crear buenos ambientes de trabajo; sin embargo, también corren el riesgo de opacar a la cultura organizacional, la clave es encontrar el equilibrio.

La cultura organizacional es la columna vertebral de cualquier negocio próspero. De ahí se desprenden los valores, comportamientos y creencias que dan forma al trabajo, interacción y comunicación entre los colaboradores. Pero en las empresas se presenta un fenómeno, el de las microculturas en los equipos de trabajo, ¿cuándo son positivas?

Juan Carlos Cerón Miranda, estratega de Carrera y Marca Personal, afirma que una cultura sólida que se alinee con los valores y objetivos de una empresa puede mejorar significativamente el compromiso, la productividad y el desempeño de los empleados.

“Es crucial que las empresas fomenten una cultura positiva y saludable para crear un ambiente de trabajo próspero que promueva la creatividad, la innovación y el crecimiento”, señala.

¿Cómo crear, fomentar y mantener una cultura sólida cuando en la organización se desarrollan formas y enfoques diferentes sobre el trabajo en cada equipo? Un ejemplo de esto son expresiones como “en mi sede hacemos las cosas así”, “mi equipo está acostumbrado a trabajar de esta forma”, “nosotros ponemos más enfoque en esto”, ejemplifica Renato Cabrera Seminario, especialista en Gestión de Cultura y Clima Organizacional.

“¿Por qué ellos trabajan diferente? Quizá porque la microcultura le ha ganado terreno a la cultura organizacional. Esto pese a que una gran aspiración para cualquier organización es construir una cultura organizacional sólida”, dice.

El especialista asegura que en toda organización existen microculturas, diseminadas por diferentes áreas, gerencias, zonas geográficas y niveles jerárquicos.

Los líderes, embajadores de la cultura organizacional
Para Ariana González, especialista en Atracción de Talento, son los líderes los que permiten o los que permean la cultura y valores de las organizaciones. También son ellos los que contagian de manera positiva a otros.

Entre las situaciones positivas que traen las microculturas, considera que “cuando el clima laboral de estos líderes es muy bueno, se convierten en una inspiración para los demás, y aunque ellos ya no estén en la organización, se replica su manera de trabajar”.

Por su parte, Renato Cabrera Seminario opina que cada colaborador llega de casa con creencias, ritos y costumbres definidas, y cuando las personas empiezan a interactuar se dan cuenta que existen individuos en la organización que piensan igual que ellos.

“En este punto inicia el intercambio de ideas entre dos personas que después se convierten en tres, cuatro o más. Posteriormente estas interacciones de oficina se transforman en vínculos que van creando, inconscientemente, para los colaboradores y para la organización, una micro cultura o como algunos autores la llaman, una cultura informal. Las microculturas o culturas informales son bastas dentro de una organización, además son reales y auténticas porque se ejercen libremente”, afirma.

El especialista en Gestión de Cultura y Clima Organizacional dice que la existencia de microclimas organizacionales es algo inevitable, las personas necesitan socializar y crean estos espacios para desarrollar actividades propias que en la teoría deberían ser influenciadas por la cultura organizacional.

Pero Renato Cabrera advierte que existe un riesgo en las microculturas, si los líderes se aíslan en estas, pierden la conexión con la organización y sus principios. “Las microculturas son inevitables, pero si empiezan a afectar el cumplimiento de los objetivos de la organización, debería existir un plan de intervención con la finalidad de resguardar las metas que se han planificado”.

Ariana González considera que el reclutamiento es un punto clave para fortalecer la cultura organizacional, pues deben buscar líderes que tengan capacidad de adaptación, aprendizaje, apertura, lo que la impulsará entre sus equipos de trabajo.

Finalmente, Renato Cabrera Seminario afirma que las organizaciones pueden frenar o inhibir el desarrollo en exceso de microculturas desde sus procesos de selección; es decir, al analizar a los candidatos y su alineación con la cultura organizacional, para ello existen test que te ayudan a saber si la persona que están contratando hace “match” con los valores de la empresa.

Con información de Sonia Soto. Publicado en El Economista.
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