Conversatorio “Oportunidades y retos laborales a la luz del T-MEC”: Pablo Solorio, agregado laboral principal laboral en la Embajada de los Estados Unidos en México; Jimena Sánchez, Employment Legal Aid y Hugo Araiza, presidente del Comité Laboral de AMEDIRH
Durante la sesión, se discutió acerca de los cambios relevantes que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha traído a las relaciones laborales en la región, y de qué manera representan tanto oportunidades como retos para las empresas y trabajadores de México.
Uno de los puntos clave es el papel de las relaciones laborales en el lugar de trabajo, un aspecto que, según los panelistas, a veces se deja de lado en el marco de las reformas legislativas.
Pablo Solorio subrayó que para que cualquier cambio impulsado por una reforma laboral sea efectivo, se necesita una ley adecuada así como el compromiso y la participación activa de las personas; en particular los departamentos de Recursos Humanos. Estos equipos juegan un rol crucial para implementar y hacer cumplir las nuevas reglas establecidas por el T-MEC.
Uno de los temas más discutidos fue si el acuerdo comercial multilateral podría cambiar con la elección presidencial de los Estados Unidos de América. De acuerdo con Solorio, “no hay vuelta atrás para las nuevas reglas del juego en materia laboral”, ya que los compromisos asumidos por los tres países en este tratado son claros y permanentes. En este sentido, el T-MEC se centra en el comercio y en el pleno cumplimiento de los derechos laborales. Los Estados Unidos, en particular, ha hecho de este requisito una prioridad en su relación con México.
Por su parte, Jimena Sánchez resaltó los esfuerzos conjuntos entre los gobiernos de México y la Unión Americana para evitar la comercialización de productos fabricados con trabajo forzoso, tanto de menores como de adultos. Este es uno de los compromisos más importantes del tratado, ya que busca erradicar prácticas laborales abusivas en la cadena de suministro.
En tanto, Hugo Araiza añadió que uno de los avances más significativos derivados del T-MEC fue la reforma del sistema de justicia laboral en México, que llevaba más de 80 años sin cambios profundos. La reforma promueve la democracia sindical y establece nuevos mecanismos de representación que garantizan contratos laborales legalmente establecidos y negociados por los trabajadores de manera democrática y representativa.
El panel también destacó la creación de un mecanismo de cumplimiento inédito en el T-MEC, que sanciona a las compañías que violan las leyes nacionales de libertad sindical. Este recurso tiene la intención de asegurar que los derechos de los trabajadores sean respetados en todos los niveles, y establece un proceso de remediación para cualquier violación, garantizando así que las empresas cumplan con sus obligaciones.
Uno de los retos principales, según los panelistas, es la capacitación y entendimiento por parte de las empresas y trabajadores sobre las nuevas normas laborales. Se enfatizó la importancia de difundir ampliamente las responsabilidades patronales para garantizar que se cumplan los aspectos laborales del T-MEC, con el apoyo de proyectos de asistencia técnica e inversión directa por parte de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.
Finalmente, se destacó el trabajo conjunto con el gobierno de México para fortalecer el capítulo de inspecciones laborales, con el objetivo de asegurar que se respeten los derechos laborales establecidos en el T-MEC. Esto incluye la presencia de agregados laborales de Estados Unidos y Canadá en México, así como la creación de apoyos para asegurar que las reformas laborales mexicanas se implementen de manera efectiva.
