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Las consecuencias del estrés laboral

6 de junio de 2019
Las consecuencias del estrés laboral

Jeffrey Pfeffer, profesor de la Escuela de Postgrado de Negocios de la Universidad de Stanford y autor o coautor de 15 libros en el campo de la teoría organizacional y el manejo de recursos humanos, argumenta en su último libro, «Muriendo por un salario» (Dying for a paycheck, en inglés), que el sistema de trabajo actual enferma e incluso termina con la vida de las personas.

En él relata el caso de Kenji Hamada, un hombre de 42 años que murió de un ataque al corazón en su escritorio en Tokio. Trabajaba 75 horas a la semana y demoraba cerca de dos horas en llegar a la oficina. Justo antes de su muerte, había trabajado 40 días seguidos sin parar y su viuda declaró que Kenji estaba excesivamente estresado.

Ese es solo uno de muchos ejemplos incluidos en la publicación, donde el autor pone en contexto los efectos de un sistema de trabajo que en ocasiones se torna «inhumano» por la excesiva carga laboral.

Según la evidencia recopilada por Pfeffer, en Estados Unidos, el 61% de los empleados considera que el estrés los ha enfermado y el 7% asegura haber sido hospitalizado por causas relacionadas con el trabajo. De hecho, sus estimaciones apuntan a que el estrés está relacionado con la muerte anual de 120.000 trabajadores estadounidenses, siendo esta la quinta causa de muerte.

Desde un punto de vista económico, destaca el académico, el estrés tiene un costo para los empleadores de más de US$300.000 millones al año en ese país.

¿Cómo el trabajo moderno afecta a los empleados?
Las largas jornadas laborales, los despidos, la falta de seguro médico, el estrés provoca una enorme inseguridad económica, conflictos familiares y enfermedades.

El trabajo se ha vuelto inhumano, por un lado las empresas, de una manera fundamental, se han desentendido de la responsabilidad que tienen con sus empleados, pero también ocurre que así como crece la «Economía GIG» (de trabajadores independientes), también crece la inseguridad laboral.

¿Quién es responsable de este fenómeno?

En los años 50 o los 60, los directivos decían que era necesario equilibrar los intereses de los empleados, los clientes, los accionistas. Ahora todo está centrado en los accionistas.

En los bancos de inversión, por ejemplo, hay una práctica muy generalizada bajo la cual trabajas, vas a tu casa a darte una ducha y regresas a la oficina, bajo ese sistema, muchos empleados terminan consumiendo algunas drogas para mantenerse despiertos.

Un empleado de una fábrica, un piloto de avión, un conductor de camión tiene un límite máximo de horas que puede trabajar, pero irónicamente, en muchas de las profesiones no hay límites.

¿Qué papel juega la política en todo esto?
Es importante actuar ya para modificar esta tendencia, pero no seremos capaces de hacer nada si actuamos de forma individual. Si queremos resolver el problema se requiere una intervención sistémica que debe provenir de algún tipo de regulación.

¿Y las empresas?, que rol juegan
Los datos son abrumadores y, de pronto esto se parece al juego de la «papa caliente»: la gente ve el problema, pero nadie quiere hacerse cargo.

Por otro lado, los costos de salud son enormes. Las condiciones de trabajo causan enfermedades crónicas como diabetes o problemas cardiovasculares.

Hablando de costos, las empresas pueden argumentar que hacer cambios al sistema de trabajo afectará las ganancias corporativas, pero donde queda el hecho de que los empleados enfermos -psicológica o físicamente enfermos- son menos productivos.

Por estudios realizados en Estados Unidos y en el Reino Unido, se sabe que el 50% de los días laborales perdidos por ausentismo, están relacionados con el estrés laboral. El Instituto Estadounidense del Estrés calcula que el costo anual es de 300.000 millones US$ al año.

Entonces es muy caro tener trabajadores enfermos o empleados que van a trabajar, pero con bajo rendimiento. Esto le cuesta a las empresas una fortuna.

Desde el lado de los trabajadores, deberían cuidarse más a sí mismos. Pero si un empleado reclama por mejores condiciones laborales, es muy probable que termine despedido.

¿Cómo se pueden cambiar las condiciones de trabajo?
Primero, las personas empleadas tienen que asumir la responsabilidad de cuidar su propia salud y, en lo posible, no tomar empleos donde no exista equilibrio entre su vida laboral y familiar y, donde además las condiciones pongan en riesgo su salud

Lo otro es que, los trabajadores tienen que presionar para que existan leyes y actuar colectivamente para protegerse.

Con información por Cecilia Barría, en colaboración con BBC Mundo.