México ante el inminente cambio automotor

Por: Manlio Salas Castillo, maestro en sistemas ambientales y doctorado en tecnología de la energía sustentable

El siglo XXI ha traído consigo una gran oleada de cambios listos para acabar con paradigmas y dejar atrás a todo el que se niegue a evolucionar con él. Todo esto ha llevado al florecimiento de las tecnologías sustentables y la búsqueda por las potencias económicas por desarrollar nuevas y mejores fuentes de energía para sus diferentes sectores.

Uno de los sectores más importantes en el mundo sin duda alguna es el automotriz, desde la revolución industrial el uso de transporte como medio de movilidad para los ciudadanos y de carga para los insumos y mercancías han marcado un antes y después en la manera que entendemos la economía y el mundo.

Desafortunadamente este desarrollo fue meramente basado en los motores de combustión interna debido al acceso de las grandes potencias a los hidrocarburos, esto ha llevado a un desarrollo lento, pero sostenido en otras tecnologías que buscan competir y acabar con ese letargo de la dependencia al petróleo.

En contraste a esta tendencia predominante dentro del siglo XX y principios del XXI, nuevas tendencias comienzan a integrarse con fuerza en los medios convencionales de transporte, un claro ejemplo de esto son los autos eléctricos que si bien han tenido una curva de crecimiento difícil en los últimos 5 años han logrado posicionarse como una opción real y competir en un mercado automotor dominado por el combustible a base de petróleo común.

Como ya es una tradición en el mundo moderno, Europa se encuentra a la cabeza en este cambio promoviendo, mediante legislaciones e implementaciones con apoyos gubernamentales, el uso de transporte público y privado en base a energías alternas, y si bien se pueden encontrar diferentes tecnologías desde el etanol hasta el hidrogeno, la tecnología que ha despuntado para marcar una pauta es la de los vehículos automotores eléctricos.

Actualmente es muy común ver transporte público haciendo uso eficiente de la electricidad como fuente de poder dentro de la unión europea, con grandes resultados en el manejo de emisiones y calidad del aire para sus usuarios dentro de las manchas urbanas, además de promover una cultura de protección al medio ambiente.

Sin embargo, ¿qué hay más allá del transporte público y cómo puede esta tecnología permear en los usuarios regulares de algún automóvil? La respuesta es sencilla, hacer más eficientes las tecnologías mediante investigación y desarrollo de unidades más competitivas. Si bien esto parecía en algún punto imposible, algunas compañías como Tesla, BMW y Nissan lo lograron, siendo la primera la cual llevara a esta tecnología a un “boom” de conciencia colectiva para entender el balance de servicio y cuidado al medio ambiente.

Tesla se convirtió en la automotriz más valiosa del mundo, superando a grandes compañías como GM y FORD, debido a la innovación y desarrollo entregando al consumidor final un gran producto y calidad destrozando todos los paradigmas acerca de una tecnología ávida de resultados y características atractivas para un mercado que siempre busca lo mejor de sus productos.

Ya entrados en el tema principal, el cual es como México se empapa de los cambios tecnológicos del mundo, entraron al mercado los primeros vehículos eléctricos para su venta en México, teniendo que luchar contra muchas barreras desde la idiosincrasia del usuario regular hasta problemas actuales de infraestructura y compaginación de nuevas tecnologías con las bases tecnológicas de México.

No obstante, el ritmo de la vida no permite dejar de evolucionar y en una ciudad tan grande y dinámica como es la CDMX con sus niveles de contaminación altos y los recurrentes problemas de circulación para los automóviles (hoy no circula), los autos eléctricos representan la mayor innovación en mucho tiempo para el ramo ambiental y automotriz en la CDMX.

Las ventajas que predispone tener uno van desde el hecho que esta unidad no tiene restricción en el uso debido a que no genera emisiones, invitando al consumidor a invertir en uno dejando atrás las antiguas problemas, tales como tener 2 autos con diferente registro y ayudando a mejorar los niveles de contaminación citadina.

Si bien solo es el comienzo de un despunte tecnológico en México, en el pasado reciente con el aumento de contingencias ambientales las solicitudes de autos eléctricos como el Nissan Leaf, que por ser el más accesible del mercado tiene más visibilidad llego a un hecho histórico, tener que entrar en la lista de espera para poder comprar uno. Esto nos evidencia que el consumidor está cambiando, debido a que hay más interés por cuidar el medio ambiente y las nuevas tecnologías ofrecen ventajas sobre las convencionales, de este modo rompiendo paradigmas y avanzando como una sociedad más ordenada y limpia.