Medir, medir y volver a medir: la importancia de conocer cómo funciona tu casa

Por: Alan Vega Pasos. Candidato a doctor en Física y Tecnología Aplicada a Edificios, en la Universidad de Nottingham, Reino Unido.

¿Cuántas veces nos hemos sorprendido cuando llega el recibo de luz? Este sentimiento de sorpresa en muchas ocasiones es el detonante para comenzar a pensar en la eficiencia energética de nuestras casas. Las soluciones para mejorar el desempeño energético comienzan adquiriendo electrodomésticos certificados como eficientes, pero hoy en día, quizás esto no es suficiente. Temas como el cambio climático debido al uso de combustibles fósiles o, la contaminación, han hecho que los nuevos diseños de casas y edificios empiecen, de igual forma, a ser eficientes.

Muchos despachos o consultorías de diseño se han basado en nuevas estrategias de diseño, certificaciones internacionales (LEED, BREEAM), generación de energía por medios renovables, entre otras, para mejorar el desempeño energético de la casa o edificio. Sin embargo, se ha visto que los diseños energéticos en su mayoría no funcionan como los diseñadores originalmente planearon y utilizan más energía de lo que se pensaba, pero, ¿Por qué sucede esto?

La mayoría de los estudios atribuyen a que el usuario final no sabe utilizar los nuevos sistemas de su edificio. Por ejemplo, una casa diseñada para funcionar con sistema de ventilación natural nocturna no funciona si el usuario no abre las ventanas correctas durante la noche y las cierra durante el día; y esto es muy común, pues la costumbre dicta que se haga lo contrario. De igual forma cuando se genera energía eléctrica por paneles fotovoltaicos, el usuario tiene que estar muy enterado de cuando es el momento correcto para utilizarla.

¿Cómo solucionamos este problema? Como en todo, las buenas intenciones no son suficientes y el seguimiento de parte de los diseñadores es importante para el correcto funcionamiento de las casas o edificios. El problema es mayor si los mismos diseñadores tienen dudas del funcionamiento de los sistemas. Aquí radica la importancia de la capacitación a las personas encargadas de diseñar y poner en marcha los sistemas en una casa. Ingenieros, arquitectos y usuarios tienen que trabajar en conjunto para lograr que el diseño original funcione de acuerdo al plan.

De igual forma medir, medir y volver a medir cobra importancia cuando se cuenta cada kWh, esto es tan sencillo como separar cada circuito e instalar medidores en cada uno; sin embargo, de nada sirve si el personal técnico que se encarga de revisar estas mediciones no entiende lo que está leyendo. De nueva cuenta, la capacitación del personal en materia energética es fundamental.

Finalmente, a su vez, existen estrategias que ayudan al usuario final del edificio a comprender como funciona su edificio. En todo el mundo muchas empresas de diseño “inteligentizan” las casas para funcionar con aplicaciones móviles que monitorean en tiempo real el consumo energético de cada circuito de la casa. Estas mismas aplicaciones móviles avisan cuando se está consumiendo más energía, algún sistema no está funcionando como debería, o cuando utilizar la energía generada in situ. Existe un gran futuro para desarrolladores de este tipo de tecnologías, sin embargo, todos los involucrados tienen que estar conscientes de cómo funciona energéticamente el edificio y de cómo medir, medir y volver a medir.