Plussing aplicado a RH

La innovación es un rasgo de las empresas que atrae con fuerza a los nuevos candidatos disponibles en el campo laboral. Sin importar su tamaño o dimensión, las organizaciones realizan grandes esfuerzos para reconocer la creatividad que hay en cada colaborador y encaminarla a través de un proceso de gestión que brinde lugar al desarrollo e incubación de nuevas ideas.

¿Es suficiente? Al parecer no, pues todavía queda por vencer la tentación al descarte automático de las propuestas en el que todos solemos caer. Esta es una tarea de formación y educación de líderes en la que RH tiene mucho que aportar.

Creatividad e innovación

Estamos demasiado acostumbrados a considerar que solo aquello que es disruptivo es representativo de la innovación. Nada más alejando a la realidad. Antes bien, se trata de la mejora progresiva y permanente, primero como una actitud y luego como una conducta que se traduce en acciones favorables para la empresa.

La innovación en sí misma es el proceso que facilita la gestión de la creatividad. Esta última es la materia prima y se encuentra en todas las personas que forman parte de la organización. Sin excepción, cualquiera de los colaboradores está capacitado para identificar oportunidades de mejora y posibles soluciones, por más descabelladas que pudieran parecernos.

Precisamente, hay un lado del conocimiento y la experiencia que nos orientan a la hora de valorar si una idea tiene sentido, es viable, oportuna y si tiene potencial para ser eficaz y suficiente para la innovación. Es decir, que contamos con las condiciones para evaluar la calidad de las propuestas. No obstante, ¿lo hacemos en el momento apropiado? La respuesta es no.

Por ejemplo, en las sesiones creativas se reproduce constantemente el fenómeno de la evaluación de las ideas justo en el momento en el que son externadas por los colaboradores. Es más, el proceso de descarte llega a operar a través del prejuicio, generando un desdén que genera frustración, decepción y desgaste. Si por principio el jefe o líder de equipo tiende a desechar las aportaciones, entonces ¿qué sentido tiene hacerlas?

De la confianza creativa al plussing

Aniquilar las ideas desde el momento en que son mencionadas por los integrantes de un equipo es el pasaporte para un viaje hacia el fracaso de los procesos de innovación. En este sentido, el líder debe generar espacios para estimular la creatividad con ciertas reglas de operación que especifican claramente los momentos o hitos de la reunión.

• Apertura: Se enuncia el objetivo de la sesión y la problemática que requiere de soluciones creativas.
• Brainstorming: Se lleva a cabo la lluvia de ideas. Este es el momento en el que los colaboradores pueden proponer lo que sea, cualquier planteamiento, por extraño, descabellado o ingenuo que parezca.
• Evaluación: A través del uso de ciertos criterios, el grupo de trabajo analiza el potencial de las ideas generadas, si son pertinentes al caso de negocio en cuestión, si pueden ser efectivas, suficientes y oportunas. Es decir, aquí es donde se aplica el proceso de selección o descarte de una idea.

Es en este punto donde entra en juego el Plussing que consiste en robustecer las ideas hasta elevarlas al grado de una propuesta de alto potencial. Esto significa que, además de proponer y evaluar, es necesario hacer un primer desarrollo de cada uno de los planteamientos surgidos en la sesión creativa.

Recomendaciones para hacer Plussing en RH

• Como líder de la sesión creativa, asume una actitud libre de prejuicios o preconcepciones. Esto evitará que apliques procesos de evaluación con sesgo negativo y en momentos inapropiados.
• Facilita procesos de evaluación de ideas con base en criterios claro. Tratándose de Recursos Humanos puedes usar principios básicos; por ejemplo, pregunta ¿es bueno para el talento? ¿es bueno para los clientes? ¿es bueno para la empresa?
• Instruye con claridad a los participantes en la sesión creativa para que evalúen las ideas en el momento destinado para ello y no antes.
• Motiva a los participantes en la sesión para trabajar en equipo a fin de hacer más robustas las ideas que hayan resultado mejor evaluadas luego de aplicar criterios de análisis.
• Impulsa a tus colaboradores para que hagan una propuesta más detallada de la idea, a manera de un prototipo inicial en el que todavía puedan dar rienda suelta a su creatividad. Incluso, ayúdalos para que hagan diseños libres de prejuicio, aun cuando vayan más allá de las políticas o los límites. Parte de ser innovador consiste en pensar más allá de lo posible.

Con información de Amedirh.