¿Cómo enfrentará tu empresa la volatilidad e incertidumbre que se avecina?
Aunque las epidemias son una amenaza biológica cuyo monitoreo existe de forma científica y sistemática, es un hecho que ningún país, mandatario o mercado consideró al tema sanitario como una variable que pudiera crecer al nivel de una pandemia. ¿Estamos preparados para enfrentar fenómenos de este calibre en las organizaciones?
A querer y no, la irrupción del COVID-19, enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, provocó un colapso mundial que mantiene en vilo a gobiernos, sociedad civil y sectores productivos. La economía ha sufrido vaivenes que solo son rebasados por la tragedia de la muerte de cientos de miles en todo el planeta.
En el terreno de las organizaciones, desde hace al menos una década se intensificó la conversación sobre el denominado entorno VUCA, acrónimo que apela a la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad. Desde las compañías con las operaciones y la fuerza de trabajo más grandes, hasta las pequeñas y medianas se aprestaron a aprender y comprender en qué consistía.
Tan pronto los círculos de liderazgo entraron en contacto con el conocimiento sobre el entorno VUCA, comenzó un movimiento internacional y de mercado que apuntaba a trazar caminos para convivir con diversidad de riesgos; sin embargo, invertir en la gestión de las crisis y estar efectivamente preparados para ellas hizo una notable diferencia en el escenario del COVID-19.
Asia y sobre todo Europa ahora están por entrar a la tercera ola de la pandemia, mientras que en América Latina, países entre los que México se encuentra incluido, continúan con una marcada tendencia que podría llegar a tildarse de negacionista.
Sobre los cambios emanados de la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, expertos en tendencias de gestión como Juan Pablo Ventosa, CEO de Human Performance, consideran que la falta de conciencia auténtica sobre estas características del entorno elevaron a la máxima potencia el impacto de la pandemia y desplegaron sus consecuencias en forma de daños colaterales que han generado múltiples cambios vertiginosos en lo social, en lo profesional, en lo económico y en lo sanitario, configurando una nueva realidad para la que aún no estamos preparados.
Juan Pablo Ventosa, señala a AMEDIRH que ahora y como nunca es necesario que los grupos de liderazgo organizacional y los ejecutivos de Recursos Humanos se concentren en:
• Descubrir la velocidad del cambio externo y el vértigo que genera.
• Identificar cómo se manifiesta el cambio y se traduce en una nueva “realidad”.
• Analizar el posicionamiento ante lo que está ocurriendo.
• Valorar cómo fomentar la adaptación y contribuir aportando valor desde Recursos Humanos.
Además, Juan Pablo Ventosa afirma que es necesario recorrer una ruta de reconocimiento para conocer y comprender las tendencias que operan a nivel global, cuáles son los grandes cambios en el entorno y derivados de la pandemia, las principales corrientes que operan sobre el trabajo y el empleo; así como las mejores herramientas disponibles para anticiparse y/o reaccionar ante las crisis.
Con información de AMEDIRH.
