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¿Vale la pena regresar al trabajo en oficinas?

3 de diciembre de 2021
¿Vale la pena regresar al trabajo en oficinas?

La aceleración del home office vino acompañada no sólo de un cambio en la forma de llevar a cabo las tareas rutinarias para muchas personas, también de una normalización de escenas que antes eran vistas como una falta de formalidad en el trabajo.

En el 2017 una entrevista de Robert Kelly para la BBC se viralizó debido a un momento cómico en el que sus hijos interrumpieron el enlace en vivo, mientras la madre de los pequeños entró rápidamente para sacarlos de la habitación. Esta escena recorrió el mundo entero en un contexto donde era inimaginable que esto ocurriera. Cuatro años después estas situaciones son parte de una nueva normalidad que ha dejado la pandemia de Covid-19.

En distintas proporciones, la emergencia sanitaria fue quizá la impulsora más fuerte del trabajo remoto, esta aceleración del teletrabajo vino acompañada no sólo de un cambio en la forma de trabajar, también en una normalización de escenas que antes eran vistas como una falta de formalidad en el trabajo.

“Las primeras juntas que yo tuve donde se cruzaba un niño o alguien con la toalla me llamaron más la atención que las últimas, donde algunos niños ya son parte de la familia y miembros del equipo y los ves cruzar y gritar con más naturalidad. El tema de privacidad, el concepto de privacidad cambió”, expuso Julieta Manzano, directora Comercial de Mercer México.

Durante su participación en un webinar de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), la especialista afirmó que esta nueva normalidad demanda mayor flexibilidad y comprensión por parte de los líderes debido a la disrupción que implicó la transición al home office.

“La formalidad en la forma de vestir también la empezamos a ver relajada porque hubo quien estuvo más cómodo en casa y no está dispuesto a regresar a incomodarse en algunos sentidos. He ido a juntas de trabajo con clientes y mi equipo y prevalecen los tenis. Es un momento de reflexión, de hacernos de data y después convertirla en información y saltar a estrategias como negocio en donde el colaborador esté al centro”, apuntó Julieta Manzano.

Después de 19 meses de pandemia, el mundo del trabajo ha evolucionado con nuevas normalidades, como acostumbrase a los ladridos de los perros o los sonidos ambientes de la calle durante una videoconferencia, que deben considerar las organizaciones para transformar su gestión de talento en 2022, que apunta a ser un año clave para el trabajo de los departamentos de recursos humanos.

Desde la digitalización de los procesos hasta las regulaciones laborales que han sacudido la agenda de las áreas de capital humano, Julieta Manzano consideró que las tendencias que llegaron para quedarse son:

1. Digitalización y nuevas formas de hacer las cosas
La transformación digital ha demostrado que las tareas se pueden hacer de manera distinta. Hace algunos años eran impensables las consultas médicas por videconferencia, hoy la telemedicina ha avanzado y se ha convertido en una dinámica natural, por ejemplo.

El avance de la digitalización está acompañado de una evolución de la forma de hacer las cosas porque permite ejecutar tareas que antes eran más complicadas de realizar y se generó más confianza en estas nuevas dinámicas.

2. Dilema creciente: ¿Para qué ir a la oficina?
Ante una fuerza laboral que no está dispuesta a volver de tiempo completo a la oficina, las organizaciones deben plantearse con exactitud las tareas que desempeñarán las personas en los días con actividades presenciales.

“Prevalecen las salas de juntas y de integración, porque lo que estaremos buscando es que si vas a la oficina no sea para enviar mails, sino que sea para interactuar, para tener juntas de equipo o momentos de integración para no perder la conexión con el líder o con otros equipos. Será muy importante esta nueva dinámica”, expuso Julieta Manzano.

3. Esquemas híbridos de capacitación
El modelo de trabajo híbrido no será únicamente un asunto laboral, también abarcará la formación de nuevos profesionistas. Es probable que la educación no sea igual después de la pandemia y por lo menos una vez a la semana se priorice el aprendizaje remoto.

Esta tendencia hacia la flexibilidad es una oportunidad para el desarrollo de competencias digitales, las cuales tienen un rol clave en el futuro del trabajo.

4. Flexibilidad adaptable para todos
Es un hecho que el teletrabajo no alcanza para todos por la misma naturaleza de las actividades que se desempeñan. Los trabajadores en una línea de ensamblaje, los cajeros de un supermercado o los guardias de seguridad no pararon en toda la pandemia y, al mismo tiempo, fueron los que estuvieron más expuestos.

En ese sentido, las empresas deben considerar cómo pueden otorgar medidas flexibles a esta fuerza laboral que no aspira a trabajar de manera remota, empezando por tener una mayor cercanía con ellos para conocer sus necesidades.

5. Viajes corporativos reducidos
La emergencia sanitaria y las medidas de confinamiento han llevado a las personas a replantearse el propósito de un viaje. Parte de la nueva normalidad será viajar por experiencias y no por negocios. “Nos dimos cuenta que las convenciones y los viajes de trabajo los podemos resolver por un zoom o por un teams”.

Este es un panorama que probablemente afectará en mayor medida a la industria hotelera enfocada en los viajes corporativos y, por ello, es necesario transformar los modelos de negocio.

6. Vacantes en todo el mundo
La aceleración del trabajo remoto también abrió la puerta a oportunidades laborales a nivel global, sin importar en el país en el que radiques. “La bolsa de trabajo es el mundo”, afirmó Julieta Manzano. Esto significa que una computadora y la conexión a internet pueden abrir las puertas a un universo de empleos en distintas partes.

Claro está, este fenómeno representa desafíos administrativos para las empresas que contratan talento internacional para teletrabajo, por ejemplo, la cobertura médica.

7. Mayor robotización de tareas
Si antes de la pandemia ya se hablaba constantemente de la automatización y digitalización de trabajos, después de la emergencia sanitaria esto será una conversación más natural. La robotización de tareas seguirá en aumento, en especial de aquellas actividades repetitivas.

Pero esta transformación de tareas implicará un reacomodo de la fuerza laboral y por ello, es necesario el rentrenamiento de los colaboradores para transitar a las nuevas oportunidades de trabajo que se crearán de la mano de la automatización.

8. Nuevas formas de liderazgo
“Necesitamos líderes diferentes, que el liderazgo sea mucho más conectado y moderno”, subrayó la especialista. La construcción de un nuevo modelo de trabajo, la implementación de políticas flexibles y la incorporación de las nuevas generaciones al mercado de trabajo son sólo algunos factores que enfatizan la necesidad de una transformación de los modelos de liderazgo.

El interés de las organizaciones por contar con mejores líderes se refleja en una mayor implementación de encuestas de engagement y de escucha para conocer cómo están trabajando los líderes

9. Enfoque en la salud mental
La pandemia y sus efectos en la economía y la movilidad desataron una crisis de salud mental. México ocupa el primer lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en niveles de ansiedad y el tercero en depresión.

“Hay un tema en salud mental pendiente de atender que no debería pasarse por alto. Pensemos en este superhéroe que tuvo que seguir todo el tiempo chambeando, salía de su casa con el miedo de contagiarse, regresaba igual, había poco transporte, iba con la tensión de llegar a tiempo a su trabajo”

10. Cambios constantes en las nuevas regulaciones federales
A la par de las tendencias en el mercado de trabajo, las regulaciones laborales han modificado las reglas del juego en materia de relaciones de trabajo y es probable que el 2022 continúe la actividad legislativa en este sentido.

Los cambios en las normas son aspectos que no deben ignorar las organizaciones y desde las áreas de Recursos Humanos se tienen que analizar las estrategias para cumplir en tiempo y forma con las nuevas disposiciones.

“Va a ser difícil que esa frase que muchos usan de volver a la normalidad sea real y es que esa ya no está, ya no están esos tiempos en los que se trababajan muchas horas en un corporativo, en los que abrazabas a todos en una oficina, ya hay muchas cosas que creemos que se quedarán diferentes”, aseguró la especialista.

La covid-19 no sólo cambió la vida social, también modificó la vida laboral y es una transformación que debe contemplarse en los planes de mediano plazo de las empresas, finalizó Julieta Manzano.

Con información de El Economista.