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Última actualización: 3 de mayo de 2024
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¿Tener o no tener un mejor amigo en la empresa? Implicaciones para RH

11 de agosto de 2023
NOTA

Cuando se establece una red de amistades dentro del trabajo, se crea una cultura organizacional que promueve la camaradería y la empatía, generando un círculo virtuoso de bienestar y productividad. Sin embargo, hay aspectos que las áreas de gestión de talento deben observar para garantizar un clima laboral saludable en este aspecto.

En el dinámico mundo laboral actual, la importancia de cultivar relaciones significativas dentro del ámbito laboral ha adquirido una relevancia cada vez mayor. Entre las diversas conexiones que los colaboradores establecen en su entorno laboral, la amistad destaca como un factor que influye positivamente en la satisfacción del empleado y en el clima organizacional.

La investigación producida y difundida por Gallup, en su artículo “The increasing importance of a best friend at work» resalta la trascendencia de contar con un mejor amigo en el lugar de trabajo y cómo esta conexión puede generar efectos tanto en el bienestar personal como en el rendimiento profesional.

A primera vista, la idea de tener un mejor amigo en la empresa podría parecer irrelevante o incluso poco profesional. Sin embargo, el estudio de Gallup revela que aquellos empleados que reportaron tener un compañero cercano en el trabajo son siete veces más propensos a sentirse comprometidos con sus objetivos. Esta conexión se traduce en una mayor productividad, un menor ausentismo y una mejor retención de talento, elementos significativos para el éxito y crecimiento de cualquier organización.

Pero, ¿cómo influye esta amistad en la satisfacción laboral? Un amigo en el lugar de trabajo no sólo proporciona un sentido de pertenencia y apoyo emocional, sino que también se convierte en un confidente con el que se pueden compartir preocupaciones, éxitos y desafíos laborales.

La capacidad de hablar abierta y honestamente sobre el trabajo con un amigo de confianza disminuye el estrés y contribuye a un mayor equilibrio entre la vida profesional y personal. Además, tener a alguien con quien compartir experiencias laborales puede hacer que incluso las tareas más tediosas se vuelvan llevaderas y, en última instancia, fortalece la conexión emocional del empleado con la organización.

La presencia de un mejor amigo en el trabajo también tiene un impacto positivo en el clima organizacional. Las relaciones amistosas fomentan un ambiente colaborativo y de apoyo mutuo, donde los empleados se sienten valorados y escuchados. Esto, a su vez, estimula la creación de equipos más cohesionados y efectivos, lo que beneficia directamente el rendimiento y la calidad de la actividad realizada.

Cuando se establece una red de amistades dentro de la empresa, se crea una cultura organizacional que promueve la camaradería y la empatía, generando un círculo virtuoso de bienestar y productividad. Algunos otros beneficios relevantes son:

  • Mayor compromiso
  • Aumento de la productividad
  • Menor estrés
  • Mejor equilibrio trabajo-vida personal
  • Aumento de la retención de talento
  • Clima organizacional positivo
  • Fortalecimiento del trabajo en equipo
  • Desafíos de las amistades en el trabajo

El mayor desafío para Recursos Humanos a la hora de facilitar y promover que los colaboradores cuenten con un mejor amigo en el centro de trabajo, es equilibrar la promoción de relaciones amistosas con la necesidad de mantener un ambiente laboral profesional y justo.

Desafíos de las amistades en el trabajo
El mayor desafío para Recursos Humanos a la hora de facilitar y promover que los colaboradores cuenten con un mejor amigo en el centro de trabajo, es equilibrar la promoción de relaciones amistosas con la necesidad de mantener un ambiente laboral profesional y justo.

Si bien tener amigos en el trabajo puede ser beneficioso, también existe el riesgo de que se presenten situaciones que afecten negativamente la dinámica laboral y la cultura organizacional si no se manejan adecuadamente.

El principal desafío radica en encontrar el punto medio entre alentar la creación de conexiones sociales y garantizar que estas relaciones no generen divisiones o conflictos dentro del equipo. A continuación algunos aspectos específicos que pueden representar un reto para Recursos Humanos:

  • Equidad y percepción de favoritismo: Es fundamental que los líderes y gerentes aseguren que la amistad no influya en la toma de decisiones relacionadas con oportunidades de crecimiento, asignación de tareas o evaluaciones de desempeño. Los colaboradores deben sentir que las promociones se otorgan en función del mérito y no de preferencias personales.
  • Cultura inclusiva: Promover la amistad en el trabajo no debe conducir a la formación de «clanes» que excluyan a otros miembros del equipo. Recursos Humanos debe trabajar para fomentar una cultura inclusiva que celebre la diversidad y la colaboración.
  • Límites en la comunicación: Es esencial que los colaboradores entiendan cuáles son los límites en la comunicación, especialmente cuando se trata de asuntos confidenciales o información sensible. Recursos Humanos puede establecer pautas claras sobre el tipo de información que se puede compartir y la importancia de mantener la confidencialidad.
  • Prevención de conflictos interpersonales: Si surgen desacuerdos o problemas entre amigos en el trabajo, Recursos Humanos debe estar preparado para intervenir y mediar para resolver cualquier conflicto antes de que afecte negativamente la dinámica del equipo y el clima laboral.
  • Código de conducta y políticas claras: Es importante contar con un código de conducta sólido y políticas claras que aborden aspectos como la conducta profesional, las interacciones en el lugar de trabajo y las relaciones entre colegas. Esto ayudará a establecer expectativas claras y a evitar malentendidos.

En última instancia, el desafío para Recursos Humanos es cultivar un entorno donde las relaciones amistosas sean bienvenidas y valoradas, pero al mismo tiempo se mantenga el enfoque en el logro de los objetivos organizacionales y en mantener una cultura laboral saludable y productiva.

Con información de Mauricio Reynoso, director general de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos. Publicado originalmente en EL ECONOMISTA. https://shorturl.at/iSWY9