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57% de las mexicanas podría morir sin pensión: Cepal

25 de junio de 2018
57% de las mexicanas podría morir sin pensión: Cepal

Para Alicia Bárcena la integración de mujeres al mercado laboral bajaría la pobreza en AL. Pero México no resuelve el reparto del trabajo en el hogar, así que 57% de ellas envejece sin pensión.

“Hablamos de igualdad, no de equidad”. Alicia Bárcena es tajante. Considera que las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos y capacidades; por lo tanto, dice, deben gozar de las mismas oportunidades y tener las mismas exigencias para generar resultados.

La plena inclusión de las mujeres en el mundo laboral y educativo, desde el punto de vista financiero, le parece fundamental. “En la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que Bárcena ha encabezado en los últimos 10 años) abogamos por la autonomía económica de las mujeres, que tengan derecho a la emancipación, a la independencia. La autonomía económica se vincula con la posibilidad de controlar los activos y recursos, y liberar a las mujeres de la responsabilidad exclusiva de las tareas reproductivas y el cuidado”, afirma la funcionaria en entrevista.

El estudio más reciente de la CEPAL, Panorama Social (2014), dice que la inclusión plena de las mujeres en el mercado laboral (a partir de los 15 años, inicio de la edad productiva) reduciría la pobreza en México en 4%. Los avances serían mayores en Bolivia, Panamá, Paraguay y Perú, donde la pobreza se reduciría 6%, y en Argentina y Uruguay bajaría sólo 1%.

De acuerdo con el estudio, México está en un punto medio en la región. Argentina y Uruguay ya pusieron manos a la obra y lograron que el tema de la igualdad sea más abordable, pero en Centroamérica queda mucho por hacer.

Explica también que la incorporación de las mujeres generaría impactos profundos en el pleno ejercicio de la autonomía, la realización de capacidades y potencialidades personales, el acceso a la protección social contributiva y la sociabilidad ampliada, más allá del hogar.

“En el fondo, el problema más grande que tienen las mujeres es que salen a trabajar y, cuando llegan a casa, tienen doble o triple trabajo, porque no hay un reparto equitativo de la labor doméstica en la familia”, dice Bárcena a Forbes México.

Más educación y menos oportunidades

En teoría, dice Bárcena, las mujeres de AL están más capacitadas que los hombres y deberían tener, al menos, las mismas oportunidades: en promedio, reportan 9.5 años de educación cursados, mientras que el promedio de los hombres es de 8.8 años.

“Las mujeres estudian más años, están mejor preparadas, pero cuando llegan al mercado se hace toda la diferencia en salario, en oportunidades. Una de cada cuatro mujeres que trabajan lo hace en sectores de baja productividad, no está recibiendo un salario alto, tampoco tiene oportunidad para innovar o para participar en sectores de mayor productividad y especialidad, como el tecnológico”.

En el promedio regional, las mujeres que viven en zonas urbanas perciben salarios 16.1% más bajos que los hombres en las mismas condiciones. La CEPAL alerta sobre el aumento de la brecha entre aquellos que han estudiado más, pues, con 13 o más años de estudios, las mujeres ganan sólo 74.4% de lo que reciben los hombres.

“Cuando ya ingresaron al mercado laboral, ante una misma calidad y capacidad, deberían ganar el mismo sueldo… y eso no está ocurriendo. Por 100 pesos que gana un hombre, la mujer gana 82. Debemos llegar a una igualdad total”.

Uno de los factores que inhiben el camino a la igualdad en materia de ascensos laborales y salarios es la cultura, pues se concibe a la mujer como el miembro de la familia que tiene la obligación de dejar su trayectoria profesional para proveer cuidados. Actualmente, el valor del trabajo no remunerado en los hogares se estima entre 15 y 24% del PIB; sin embargo, no genera beneficios para el futuro de quienes lo desempeñan.

“La igualdad, si se logra, puede ser un gran impulsor del crecimiento. Las bajas cifras de inclusión laboral no quieren decir que las mujeres no trabajen. Trabajan, pero no tienen un trabajo remunerado; lo hacen en el hogar o al cuidado de los adultos mayores, niños y discapacitados. Esas mujeres que trabajaron toda su vida y al final no tienen una pensión… 57% de las mujeres en la región no tiene una pensión para enfrentar la vejez”.

Nuevo presidente, ¿nuevas oportunidades?

La reunión con esta publicación ocurrió en el piso 14 de las oficinas de CEPAL, en la Ciudad de México. Durante una breve escala en el país, la secretaria ejecutiva aprovechó para visitar a su familia y ver por televisión el segundo debate presidencial.

Bárcena explica que México tiene una oportunidad valiosa para acortar la brecha de género de cara a las elecciones, pues se puede pensar en nuevas medidas de política pública.

“Se puede profundizar en la implementación de compromisos asumidos con relación a la igualdad de género y seguir promoviendo una visión estratégica de mediano plazo que apunte a la eliminación de los nudos estructurales de la desigualdad de género en las políticas económicas, sociales y medioambientales en los presupuestos”.

Sin embargo, dice, es precisamente en los presupuestos donde un nuevo gobierno enfrentará mayores retos.

“Un desafío para el nuevo gobierno es garantizar asignaciones de recursos suficientes para las políticas de igualdad de género y la autonomía de las mujeres, así como el fortalecimiento de los sistemas de monitoreo, evaluación y rendición de cuentas”.

Una vez que el gobierno consiga que los recursos fluyan en la dirección correcta, hará falta un reajuste de las políticas en los planos federal y estatal, pues es en la población rural donde se da la mayor incidencia de discriminación y violencia, particularmente el embarazo infantil.

“Se debe fortalecer la arquitectura institucional, con especial atención en los niveles subnacional y local, y reorientar las políticas públicas y promover un cambio cultural para erradicar la discriminación contra mujeres en todas las esferas”.

Cuestionada sobre el hecho de que el candidato por la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, dijera en el debate que, en su gobierno, Bárcena sería la embajadora de México ante la ONU, ella responde (casi en confidencia), que para ella fue toda una sorpresa que su nombre saliera a relucir.

“Tenemos que ver hacia dónde vamos con la agenda 20-30 [de la ONU]; ver por qué la desigualdad es ineficiente económicamente. Ésa es mi tarea, una tarea que quiero concluir apropiadamente. Llevo 10 años en la CEPAL. Termina, posiblemente, un ciclo para mí… pero no ahora. El secretario me ha pedido quedarme hasta el año 2020”.

Recientemente, la CEPAL presentó el estudio “La ineficiencia de la desigualdad”, donde la organización busca demostrar cómo la igualdad es un componente indispensable para el desarrollo.

“A mí, francamente, me parece fantástico. Si yo, algún día, puedo apoyar a mi país como mexicana, lo haré con mucho gusto y con mucho honor. Por ahora, estoy donde estoy. Mi papel en la CEPAL es no intervenir en ningún tipo de proceso electoral. Por eso somos extremadamente cuidadosos. Lo seré y lo he sido en toda la región y, más bien, nos metemos a los temas gordos, como yo creo que es el tema de la desigualdad y de la pobreza”.

Un pacto histórico por la migración

Bárcena cree que López Obrador asoció su nombre a la defensa de los migrantes porque la CEPAL ha impulsado activamente la discusión de un nuevo pacto que involucra a los 193 países de la ONU en la defensa y respeto de los migrantes.

“Tenemos un Centro Latinoamericano de Demografía y hemos medido cómo se mueven los migrantes a raíz del último censo (2010). Más de 30 millones de mexicanos viven fuera de su país de origen; de ellos, 20 millones están en Estados Unidos y 11 millones son indocumentados”.

Este nuevo acuerdo tiene 22 objetivos y aborda las necesidades y retos de los migrantes, según su etapa de desplazamiento.

“Va hablando de los migrantes de acuerdo con su ciclo de migración, desde que salen de su país, por dónde pasan, los problemas que enfrentan en los sitios de paz o en los países de destino. Nos indica qué pasa cuando quieren retornar; está tratando de cautelar todo el ciclo de un migrante.

Eso se está negociando hoy por hoy en Naciones Unidas. La idea es que este documento esté listo para finales de año y que lo firmen todos los países. Estados Unidos, en un principio, no quiso formar parte, pero sigue participando en las negociaciones”.

Para las mujeres, la migración ha representado diferentes retos.

El estudio “Mujeres migrantes de América Latina y el Caribe: derechos humanos, mitos y duras realidades”, publicado por la CEPAL, explica que muchas mujeres migrantes son madres solteras o madres que actúan como la principal proveedora económica de su familia.

También concluye que los hogares donde la madre migra buscando un mejor nivel de vida para su familia, así como aquéllos donde ella permanece mientras que el padre migra, representan una realidad creciente que tiene implicaciones en la economía y la formación del tejido social.

“Me parece fundamental que, en el fenómeno de migración en países como México y Centroamérica, las mujeres se quedan sin poder económico a cargo de los hogares. Incluso hoy tenemos ya más mujeres migrantes que hombres. En esos casos, las abuelas se quedan a cargo de las familias de los migrantes. Es algo en lo que debemos trabajar”.

Fuente: Forbes México