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Última actualización: 6 de diciembre de 2024
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¿Cómo aprovechar el potencial de los inconformes en el equipo?

7 de febrero de 2018
¿Cómo aprovechar el potencial de los inconformes en el equipo?

Es muy frecuente que, en los equipos de trabajo, alguno o algunos colaboradores se sientan inconformes con diferentes aspectos que van desde las normas y reglas, hasta la asignación de proyectos e incluso detalles sobre lo que se espera de su contribución a nivel de tareas.

Ante ello, los ejecutivos de Recursos Humanos tenemos dos alternativas; o generamos una solución creativa ante el fenómeno o, en el peor de los casos, nos dejamos llevar por la pasión sumándonos a una problemática que genera tensión innecesaria en el clima organizacional.Al respecto, nos cuestionamos cómo crear ventaja a partir de la gente inconforme. ¿Acaso esto es posible? Adam Grant, uno de los psicólogos más connotados a nivel mundial, ha construido una vía para lograrlo.El también autor del libro “Originales: Cómo los inconformes mueven el mundo”, ha estudiado durante años el impacto que tiene el potencial creativo e innovador de quienes simplemente no están a gusto con algo. “La clave está en aprender a detectar ese comportamiento y dirigirlo intencionadamente hacia la generación de ideas y soluciones”, afirma.Siguiendo la metodología de Adam Grant, te hacemos estas recomendaciones:

  1. Evita la tensión: Aprende y ayuda a que otros aprendan a hacer a un lado la presión emocional que surge cuando alguien está en desacuerdo con una idea, proyecto o tarea. Esto facilitará que existan condiciones para aprovechar el potencial de la inconformidad.
  1. Estimula a los líderes: Los primeros que deben aprender a controlar sus respuestas emotivas son los jefes de equipo. Todos tenemos la tendencia a creer que siempre tenemos la razón y que nuestras ideas son las mejores. Este modelo nos pondrá a prueba a todos.
  1. Practica la confianza: Es indispensable que la gente del equipo tenga la certeza de que, ante la expresión de un desacuerdo, no habrá represalias; al contrario, se busca obtener una mejora continua a partir de la diferencia de opiniones.
  1. Establece reglas claras: Estar en desacuerdo, tener una opinión distinta o expresar una inconformidad no debe convertirse en un boicot. Antes bien, debe servir para que haya mejora continua y se motive la discusión. Establece espacios especiales (juntas) y algunas normas que deberán ser vigiladas por un moderador.
  1. Documenta las soluciones: El colaborador inconforme suele tener un punto de vista del que puede partir una solución alternativa para una problemática o tarea. Pide que la expresen y pónganla por escrito. Más tarde pueden hacer el desarrollo de un proyecto y una prueba piloto.

Te recomendamos la lectura del libro de Adam Grant, “Originales: Cómo los inconformes mueven el mundo”, para que no eches en saco roto las objeciones de los colaboradores.

Fuente: AMEDIRH