Nueva tabla de enfermedades de trabajo impulsará una mayor cultura de prevención

Especialistas en salud ocupacional coinciden en que el reconocimiento de más padecimientos y el nivel de detalle que tienen los instrumentos relacionados con la nueva tabla de enfermedades de trabajo les da a las empresas elementos suficientes para diseñar planes de acción preventivos.

Si bien la tabla de enfermedades de trabajo, la cual se actualizará con el reconocimiento de 88 nuevos padecimientos, es la base para otorgar incapacidades una vez que las condiciones laborales ya generaron un daño en la persona, este listado también debe servir para que las empresas impulsen un enfoque más preventivo, coinciden especialistas en salud ocupacional.

“Debe verse como una señal de alarma de lo que puede presentarse si no hay prevención. Hay que ligarla con la necesidad de otros instrumentos de prevención que no tenemos, porque no hay una norma de vigilancia de la salud en el trabajo. Tomar la herramienta con un enfoque preventivo sirve mucho para fomentar esa vigilancia, ahora podemos ir a la tabla, revisar los problemas y evaluar qué problemas pueden presentar las personas”, expone Horacio Tovalin, especialista en Salud en el Trabajo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Después de un rezago de 53 años, el Congreso de la Unión aprobó la modificación de la tabla de enfermedades de trabajo, con ello, se reconocieron padecimientos laborales como trastornos mentales, nuevos cánceres de origen laboral y enfermedades de la mujer, como la endometriosis, sólo por citar algunos ejemplos.

“Mientras no existía certidumbre a nivel legal, muchas empresas no se preocupaban por tener mecanismos de prevención. Pero ahora con la actualización de la tabla y la valuación de incapacidades, eso en términos económicos hará que muchas empresas reflexionen en qué es más caro, recibir un dictamen de estas enfermedades o invertir en prevención”, apunta Sergio Aguilar, consultor en salud ocupacional y director ejecutivo de la firma Unmetra.

Después de un rezago de 53 años, el Congreso de la Unión aprobó la modificación de la tabla de enfermedades de trabajo, con ello, se reconocieron padecimientos laborales como trastornos mentales, nuevos cánceres de origen laboral y enfermedades de la mujer, como la endometriosis, sólo por citar algunos ejemplos.

“Mientras no existía certidumbre a nivel legal, muchas empresas no se preocupaban por tener mecanismos de prevención. Pero ahora con la actualización de la tabla y la valuación de incapacidades, eso en términos económicos hará que muchas empresas reflexionen en qué es más caro, recibir un dictamen de estas enfermedades o invertir en prevención”, apunta Sergio Aguilar, consultor en salud ocupacional y director ejecutivo de la firma Unmetra.

En eso coincide Sergio Aguilar, quien explica que “hasta ahora los planes de prevención se enfocan mucho en la seguridad, pero a las enfermedades se les hacía poco caso. Con el incremento de las enfermedades profesionales, creo que se tendrá más atención en aspectos preventivos para la evitar la calificación de estas enfermedades”.

Además de la actualización de la lista de padecimientos laborales, el Congreso de la Unión aprobó que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) revise por lo menos cada cinco años la tabla para analizar si requiere modificación.

Los especialistas consideran que la cultura de prevención en salud que se puede construir con el reconocimiento de nuevas enfermedades profesionales también requiere de la corresponsabilidad de los trabajadores, es decir, una fuerza laboral consciente de las consecuencias y que asuma un rol de autocuidado.

“Cuando los trabajadores asumen las reglas de seguridad, hay un impacto más allá de la empresa, porque se conducen con mayor seguridad en otros espacios. Es parte del cambio cultural que espero avance, porque si no esto no se va a resolver”, señala Horacio Tovalin.

¿Qué pasos deben dar las empresas?

Desde la perspectiva de Sergio Aguilar, “la piedra angular” es identificar los posibles riesgos presentes en los procesos productivos que pueden generar una enfermedad profesional. Un enfoque de evaluación que no debe faltar, es sobre los “riesgos emergentes” como los ergonómicos y psicosociales.

Además, opina el especialista, para asumir un rol activo en la prevención de enfermedades, es importante que las empresas compartan información con los empleados sobre los riesgos y consecuencias para la salud. “Hay que acercarse a ellos y acompañarlos”.