Para el sector energético, es sumamente importante promover la constante capacitación de estudiantes, académicos y trabajadores del sector para poder responder a los retos que esta industria enfrenta y enfrentará en el futuro cercano.
Por: María Georgina Ortiz Gallardo, Líder de Proyecto en Instituto Mexicano del Petróleo
Nuestro país está en el camino de una transición energética que favorezca la generación de energía a partir de fuentes limpias, disminuya la alta dependencia de los combustibles fósiles y con ello, se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Los cambios profundos que el sistema educativo llevará a cabo fortalecerán la capacidad analítica de niños y jóvenes a través de la ciencia y la tecnología modernas, para así formar ciudadanos con actitud innovadora. En materia de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), el Estado también debe poner en juego todas sus capacidades para impulsar los talentos existentes en las entidades federativas y aprovecharlos plenamente.
La Ley de Ciencia y Tecnología señala, en su artículo 12, que los principios que regirán el apoyo que el Gobierno Federal está obligado a otorgar para fomentar, desarrollar y fortalecer la capacitación, investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación, así como las actividades de investigación que realicen las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, serán, entre otros:
Uno de los efectos esperados de la Reforma Energética en el mediano plazo, una vez que se ha abierto el sector a la inversión privada, es un aumento en las actividades de exploración y producción de hidrocarburos, y, por consiguiente, en la demanda de personal calificado, incluidos, profesionales, técnicos y operarios.
Por: Alan Vega Pasos, estudiante de doctorado en Física y Tecnología Aplicada a Edificios en la Universidad de Nottingham, Reino Unido
Cuando uno piensa en energía en México hoy en día, normalmente se piensa en una de dos vertientes, hidrocarburos y su utilización y; el aprovechamiento de las energías renovables. Ambas vertientes tienen algo en común, son relacionadas a la generación de energía, sin embargo públicamente no es tan popular el conocido primer paso hacia la sustentabilidad: el ahorro de energía.