Revista CREANDO VALOR RH = AMEDIRH =

CreandoValorRH | Enero - Febrero 2025 30 México es uno de los países con menor gasto en la justicia en el contexto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), pues el presupuesto proyectado para el 2024 no llegó ni al 1% del Producto Interno Bruto. En promedio, contamos con 4.4 jueces y magistrados por cada 100 mil habitantes, lo que significa una cuarta parte del promedio mundial que ronda los 18 jueces o magistrados por cada 100 mil personas. Este déficit de personal limita la capacidad del Sistema Judicial para procesar los casos y genera una acumulación de asuntos sin resolver así como personas encarceladas sin sentido. La vergonzosa tómbola de jueces —de lágrimas y risas—, es síntoma de que nada se puede resolver sino se entiende cuál es el problema. No hay un sólo país avanzado y con fortaleza económica que carezca de un Estado de Derecho sólido, con jueces independientes. ¿Será que no se entiende el problema? O quizá se comprende muy bien y se trata de debilitar a los jueces para concentrar mayor poder. Esto irremediablemente nos lleva a cuestionarnos si nos hallamos ante una kakistocracia o caquistocracia. Es un cuestionamiento que desafortunadamente sólo puede ser respondido desde la experiencia, los hechos y no los otros datos. “Se entiende por kakistocracia al gobierno de los peores. El gobierno de los peores hace referencia al perfil de las élites políticas y sus instituciones. Señala la calidad de sus políticas públicas y los procedimientos que utilizan para burlar la ley, enriquecerse del erario público, fomentar la inequidad social, infiltrar al crimen organizado en el Estado, entre otras variadas formas de hacer del servicio público un botín. Pero el aspecto más importante de la kakistocracia es que este perfil de funcionarios públicos y élites políticas es apoyado regularmente en procesos electorales”.1 Esto se verá con el paso del tiempo. Uno de los problemas ante los que nos encontramos, derivado de la actual propuesta de reforma judicial, es que todo lo aprendido en la administración de justicia de carácter laboral será una experiencia perdida. Justicia laboral y reforma judicial: El problema principal con los jueces, es que no hay MARCO LEGAL Por: Dr. Manuel S. García Garrido, ASESOR JURÍDICO DE AMEDIRH; IBÁÑEZ PARKMAN ABOGADOS

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