«Talento con propósito»: Mariano Miranda

El fundador de BUO, Mariano Miranda, ofreció en su conferencia “Talento con propósito” una provocación lúcida: si las instituciones que históricamente formaban ciudadanía (Estado, educación formal y relaciones interpersonales) están en crisis de confianza, el empleo —y, por tanto, Recursos Humanos— se vuelve el principal pilar de construcción social en México y América Latina. No habló de procesos, sino de sentido: el trabajo como espacio donde se moldea carácter y el futuro.
Miranda ancló su análisis con datos inquietantes: sólo 1 de cada 3 personas confía en el Estado; 1 de cada 5 en sus relaciones; apenas 12.5% concluye la universidad; y 2 de cada 3 mexicanos ingresan a su primer empleo sin educación adicional. En contraste, 67% confía en su empleo.
Además, las trayectorias reales colocan al trabajo como el aula vital: ingreso laboral entre 15 y 18 años, retiro a los 65, estancias promedio de 3–4 años por empresa; y más del 90% del aprendizaje acumulado ocurre en el empleo. Incluso entre universitarios, 85% no ejerce lo estudiado. Con ese panorama, RH deja de ser una función administrativa para asumir un mandato cívico: formar ciudadanos.
Desde esa ética del propósito, Miranda planteó a los ejecutivos de RH como arquitectos de experiencias: decisiones de contratación, capacitación, movilidad y reconocimiento que crean capital social, civismo y oportunidades reales. La cultura no es un póster, es un sistema que eleva confianza y reduce incertidumbre. Cuando alguien recibe una primera oportunidad o una promoción justa, no sólo cambia su salario: cambia su narrativa de vida. Por eso propuso una visión poner a RH en el centro del universo organizacional, porque ahí se generan los aprendizajes, vínculos y certezas que sostienen a la sociedad.
Sobre inteligencia artificial, desactivó el alarmismo. La IA procesa datos, optimiza flujos y amplifica decisiones; no crea sentido. El rol estratégico de RH es ser el human-in-the-loop: diseñar salvaguardas éticas, curar datos, supervisar sesgos y traducir resultados en experiencias humanas con propósito. La meta no es reemplazar personas, sino escalar el impacto humano con tecnología: más transparencia, equidad y desarrollo, a mayor velocidad y cobertura.
El conferencista entretejió su tránsito personal —de Costa Rica a México, inspirado por la comunidad de AMEDIRH— para subrayar que el propósito se elige y se ejerce. Talento con propósito, dijo, es pasar del fetichismo del “futuro” a construir presente confiable: rutas claras de aprendizaje, mentoría, movilidad por mérito, medición de habilidades transferibles y liderazgo que sostenga la esperanza informada (no la promesa vacía).
Cuando fallan las instituciones que solían educar y cohesionar, la empresa —a través de RH— sí puede: abrir puertas, enseñar a aprender, encender pertenencia y dignificar el progreso. “Talento con propósito” es un llamado a que RH asuma su lugar: no sólo administrar procesos, sino transformar vidas; y usar la IA no para sustituir, sino para multiplicar la dignidad y la oportunidad.
Y goza de los beneficios que tenemos para tu empresa
HAZ CLIC AQUÍ