“Lidera como rockstar”: Sergio Nava
En una conferencia vibrante e inspiradora, Sergio Nava transformó el escenario del Congreso en un concierto de energía, reflexión y conexión humana. Con música, humor y momentos de introspección, invitó a los líderes a unir el arte y la ciencia del liderazgo, a superar la “esquizofrenia laboral” —esa falsa división entre vida personal y profesional— y a dirigir con autenticidad, propósito y emoción.
Nava comenzó planteando una verdad incómoda: muchos profesionales se han acostumbrado a separar lo racional de lo emocional, el KPI del propósito, el resultado de la persona. Esa fragmentación, dijo, enferma la cultura organizacional. “No puedes ser buen líder si no eres experto en personas”, afirmó, y propuso una fórmula simple y poderosa: integrar para sanar. La integridad no es solo ética, sino congruencia entre lo que sentimos, pensamos y hacemos.
Con metáforas del rock, explicó que el mundo laboral actual es una jungla compleja, pero no necesariamente difícil. Lo desafiante —aclaró— aparece cuando las personas carecen de los recursos emocionales, técnicos o culturales para responder a los retos. Por eso, el nuevo liderazgo debe desarrollar esos recursos: inteligencia emocional, adaptabilidad, escucha y sentido de propósito. La complejidad es inevitable; la dificultad, evitable con líderes que acompañan, enseñan y motivan.
El núcleo conceptual de su ponencia giró en torno a las “cuatro H del liderazgo rockstar”:
1. Hambre, por crecer y pensar en grande; los sueños son el combustible que cierra la brecha entre el deseo y la acción.
2. Habilidad, para dominar la técnica y hacer que las cosas sucedan con excelencia.
3. Humildad, para aceptar límites, pedir ayuda y mantenerse en modo aprendiz.
4. Hermandad, para compartir el reflector, construir confianza y reducir el ruido interno de las organizaciones.
Para Nava, un líder rockstar no reprime sus emociones, las gestiona y las transforma en energía. El liderazgo no consiste en dar órdenes, sino en despertar motivos. “Un líder debe saber con qué sueña su equipo y qué le quita el sueño”, dijo, para subrayar la conexión emocional como ventaja competitiva. La inteligencia artificial podrá resolver procesos, pero nunca reemplazar la capacidad humana de inspirar, crear cultura y generar sentido.
En el cierre, con las luces del público encendidas, Nava pidió que cada asistente encendiera la suya. “No vine a decirte que seas una estrella, sino que seas parte de una constelación”, expresó. Su mensaje final sintetizó su filosofía: el escenario no define al líder; el líder define el escenario. Liderar como rockstar es brillar con los demás, no sobre ellos, y transformar la energía del talento en una fuerza colectiva que ilumina el futuro.
