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¿Se precarizan los sueldos profesionales?

16 de junio de 2019
¿Se precarizan los sueldos profesionales?

De acuerdo con la Conasami, en el periodo de 2013 a la fecha, el salario mínimo general aumentó 22.7%, aunque el promedio de los salarios mínimos profesionales se contrajo 1.09 por ciento.

Los salarios profesionales están más cerca de los salarios mínimos si se considera que en 2013 había una diferencia de 44%; misma que se redujo en 2019, en promedio 16%, reveló la Comisión Nacional de Salario Mínimos (Conasami); por lo que urgió a que este grupo salarial se revise conforme a la política de recuperación.

De acuerdo con el presidente de la Conasami, Andrés Peñaloza, en el periodo de 2013 a la fecha, el salario mínimo general aumentó 22.7%, aunque el promedio de los salarios mínimos profesionales se contrajo 1.09 por ciento.

“Por ello, se requiere revaluar la vigencia de los salarios mínimos profesionales, tanto en su clasificación como en su monto. Esto con el fin de que retomen su propósito y mandato constitucional, adecuándose a la nueva organización laboral e innovación tecnológica registrada en el mundo y en nuestro país”, indicó.

Cabe señalar que en 2016 se creó el Monto Independiente de Recuperación (MIR) con la intención de recuperar el poder adquisitivo del salario mínimo general, de entonces a la fecha, se acortó e incluso se disipó la brecha que existe entre cada uno de los 59 salarios mínimos profesionales y el general.

Al respecto, Gerardo González Chávez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM (IIE-UNAM), recordó que “la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores que perciben un salario profesional es el mismo que sufrió el salario mínimo general. Esto es más del 75% en el periodo neoliberal. Los salarios mínimos profesionales habían tenido una distancia de dos e incluso tres salarios mínimos generales. Se fue comprimiendo por lo que la revisión salarial debería tener esto en cuenta como perspectiva histórica”.

Recalcó que “el salario mínimo profesional vigente es tan injusto que prácticamente el salario mínimo general de este año ya alcanzó al trabajador dependiente de mostrador en boticas, farmacias y droguería con 104.99 contra 102 del salario mínimo general; la diferencia es de solo 2 pesos, para una especialidad que requiere de un nivel de calificación mayor. Lo mismo se puede decir del cantinero preparador de bebidas, costurero(a) en confección de ropa en talleres o fábricas, lubricador de automóviles, camiones y otros vehículos de motor, manejador de gallineros, planchador a máquina en tintorerías, lavandería y establecimientos similares, oficial zapatero en talleres de reparación de calzado, entre otros que en su momento se despegaban del salario mínimo general hasta en tres salarios mínimos”.

Por su parte, el especialista Héctor de la Cueva, del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS), indicó que “llama la atención sobre la lista de profesiones y oficios su carácter parcial y hasta obsoleta. Es como si el tiempo se hubiera detenido hace más de medio siglo. Actualizar sería un reto importante”.

El presidente de la Conasami, señaló que, “en el plano internacional, la mitad de los países cuentan con sistemas de tasas diferenciadas de salarios mínimos por sector económico, profesión, ocupación, por grupos de población, región geográfica o tamaño de las empresas”.

El artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que los salarios mínimos profesionales se aplican “en ramas determinadas de la actividad económica o en profesiones, oficios o trabajos especiales”. Éstos son fijados considerando, además del mandato para el salario mínimo general, cantidades suplementarias en virtud de circunstancias especiales del trabajo vinculadas a habilidades, experiencia, pericia, esfuerzo, responsabilidades, condiciones medioambientales, complejidad y riesgos de trabajo. Estos también se incorporan para compensar a sectores marginados de la contratación colectiva y la seguridad social como ocurre con las trabajadoras del hogar y jornaleros agrícolas.

Entre 2013 a 2018 (sexenio de Enrique Peña Nieto), el salario mínimo general creció 11.7% en términos reales, mientras la variación promedio para cada uno de los salarios mínimos profesionales en el mismo periodo disminuyó -0.35 por ciento.

La Conasami, explicó su presidente, “en colaboración con centros universitarios, y organismos de la sociedad civil, seguirá evaluando el sistema de salarios mínimos profesionales para adecuarlos con el desarrollo de un nuevo sistema de salarios mínimos ocupacionales y profesionales”.

Además de confirmar y excluir categorías de la actual tabla se incorporan ocupaciones que han estado fuera del esquema del salario mínimo profesional, tales son los casos de trabajadoras del hogar y jornaleros agrícolas. Pendientes que tienen, respectivamente, casi cinco y seis décadas sin atender.

Con información de El Economista.