Visítanos en: www.amedirh.com.mx 35 La evolución de la dinámica laboral en los cinco años recientes ha avanzado y cambiado lo que no había sucedido en los últimos cincuenta o quizá doscientos. Me refiero desde el marco legal hasta las necesidades de las nuevas generaciones, el mercado laboral, el consumo y, sobre todo, la tecnología. Estamos ante una nueva realidad que nos arrasa a todos; aunque por un lado permite tener , “en teoría”, más tiempo libre y, por otro, nos esclaviza al uso de la tecnología en el ámbito personal. Se roba el gusto de la simple lectura, del estar sin hacer. Se nos invade en todo y todo el tiempo ya que incluso en días de descanso no falta el iluminado que manda mensajes que únicamente en su mente son “urgentes” pero que impactan de alguna forma el reposo de las personas. ¿A quién no le interrumpe o inquieta recibir un mensaje de un cliente, colaborador o un jefe el domingo en la mañana? Y guste o no, esta es la nueva realidad en que las empresas deben desarrollarse y se han creado nuevas obligaciones y cargas de facto para las mismas y los colaboradores ya que se tiene que reeducar a todos sobre cual es la forma correcta del uso de la tecnología en la interacción de las personas. Desde el hecho de que en el normal y cotidiano devenir debemos asumir que somos grabados (todo el mundo es una cámara) en la que puede quedar inmortalizado un comentario adverso o un momento difícil; del que todos somos propensos a tener. Y, posteriormente, ser interpretado o descontextualizado en su totalidad, generando un juicio público e implacable, a menudo parcial, subjetivo y por ende injusto. Así la actualidad impone que las empresas busquen criterios que, por un lado, protejan a sus colaboradores del abuso de los superiores mediante el uso de la tecnología para no exceder los tiempos y cargas de trabajo; para tener a los colaboradores en una “perene disponibilidad”. Y por otro, lado tampoco generar un lenguaje de cristal en donde una llamada de atención o incluso un emoji pueda generar una percepción incorrecta del emisor. Sin duda, un reto de las organizaciones es cómo abordar esta nueva realidad desde un ángulo propositivo, realista y que reconozca la falibilidad del ser humano en un mundo donde todos nos observan y en donde ser empleador se encuentra bajo más escrutinio que nunca. El contenido es responsabilidad del autor. El ser humano en un mundo donde todo el mundo nos vigila Por: Dr. Manuel S. García Garrido, ASESOR JURÍDICO DE AMEDIRH; IBÁÑEZ PARKMAN ABOGADOS MARCO LEGAL
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