Revista CREANDO VALOR RH = AMEDIRH =

Visítanos en: www.amedirh.com.mx 33 RETORNO DE INVERSIÓN esquemas de horarios, descansos y rotaciones de personal. Si bien la implementación gradual permitirá amortiguar el impacto, será indispensable una planeación anticipada, acompañada de simulaciones de productividad y análisis de eficiencia por área o línea de producción. Ajustes en nómina y sistemas contables. Los sistemas de nómina, control de horas extras, controles de trabajo en día de descanso e integración salarial deberán actualizarse para reflejar los nuevos límites legales. Este ajuste impactará directamente en los cálculos de ISR, IMSS e INFONAVIT, por lo que será necesario revisar las bases de integración salarial y los criterios de percepción ordinaria y extraordinaria, evitando discrepancias que pudieran derivar en sanciones o revisiones fiscales. Impacto en la productividad y rentabilidad. Con menos horas disponibles, el reto será mantener o elevar la productividad sin aumentar proporcionalmente los costos. Para ello, las empresas deberán revisar procesos internos, incorporar tecnología, automatizar tareas, optimizar tiempos y fortalecer la gestión del desempeño. Aquellas que no logren compensar el ajuste verán disminuido su margen de rentabilidad. Riesgos de cumplimiento y fiscalización. Tal y como sucede cada vez que entra en vigor una reforma, es probable que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social realice inspecciones laborales para verificar el cumplimiento de las nuevas jornadas, descansos y registros de asistencia. Cualquier práctica de simulación laboral o compensaciones indebidas podría derivar en sanciones. Por ello, será esencial actualizar contratos, políticas internas y controles de asistencia conforme al nuevo marco normativo. Implicaciones contables y fiscales. Desde el punto de vista contable y financiero, las empresas deberán recalibrar presupuestos de nómina, provisiones laborales y estructuras de costos operativos. Las áreas contables y fiscales de las empresas tendrán un papel clave para asegurar: La correcta integración del salario base de cotización (SBC) ante el IMSS. El registro preciso de horas efectivamente trabajadas La actualización de contratos individuales y colectivos. Incremento en los costos laborales. Reducir la jornada sin modificar el salario implica, en términos prácticos, un aumento en el costo por hora trabajada. Este efecto podría trasladarse al precio de los bienes y servicios, generando presiones inflacionarias en determinados sectores. Además, muchas empresas —especialmente en los sectores industrial, manufacturero, comercial y de servicios continuos— deberán evaluar la contratación de personal adicional. En particular, las empresas con alta densidad de personal operativo deberán anticipar el impacto financiero, proyectar escenarios y diseñar estrategias de eficiencia, automatización o reingeniería de procesos que permitan absorber el incremento en los costos sin comprometer su competitividad. En sectores como hotelería, restaurantes, hospitales y otros servicios continuos, la reducción de la jornada laboral no podrá compensarse únicamente mediante mejoras en la productividad. A diferencia de industrias donde es posible automatizar o reorganizar procesos, en estos casos la presencia física del personal es indispensable para garantizar la atención al cliente y la continuidad del servicio.

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