Revista CREANDO VALOR RH = AMEDIRH =

¿Existe certidumbre en la incertidumbre? Esta pregunta, aunque paradójica, es congruente, porque lo que sí sabemos es que la rotación, la escasez de talento, el mercado laboral y su normativa seguirán siendo desafiantes. Lo que aún no sabemos —o al menos no tenemos del todo claro— es qué vamos a hacer, como organizaciones y como personas, para seguir siendo elementos clave en el ciclo de la productividad y la tecnología. Tal vez existe un porcentaje de incertidumbre sano que nos mantiene con la mente abierta y con el espíritu de reto activo y alerta para enfrentar el futuro. Cerraremos el 2025 con una sensación compartida en el mundo organizacional: la certeza ya no es la regla, sino la excepción. Las áreas de talento han tenido que ser lo suficientemente hábiles para navegar entre reformas laborales, nuevas e ingeniosas dinámicas de compensación, una acelerada integración de la Inteligencia Artificial como herramienta de trabajo —e incluso de esparcimiento— y un mercado laboral cada vez más competido, con variables exigentes entre oferta y demanda. Así, el aprendizaje más valioso que nos dejará el cierre de este año será, sin duda, que la gestión del talento debe ser flexible, estratégica y profundamente humana. De cara al 2026, el escenario no deja de ser retador y al mismo tiempo estimulante, pues es un hecho que la incertidumbre no se disipará; por el contrario, será parte de nuestro día a día. El punto aquí es que depende de nosotros cómo la enfrentemos. Podemos adoptar diferentes posturas: una posición optimista, apostando por la probabilidad de una latente intención de inversión extranjera en México y las oportunidades de crecimiento que esto conlleva; una postura conservadora, donde la cautela, la eficiencia y la productividad sean el foco rector de las estrategias; o una postura totalmente disruptiva, en la que la Inteligencia Artificial generativa y las nuevas regulaciones laborales redefinan radicalmente la manera en que trabajamos. ¿Cómo, entonces, debemos enfrentar la incertidumbre? La respuesta está en construir talento antifrágil, es decir, entrenar a nuestros colaboradores en el uso de herramientas que les permitan resistir la adversidad y, al mismo tiempo, crecer a partir de ella. Esto implica romper creencias limitantes y fomentar la inversión en la capacitación continua enfocada en crear culturas de innovación y agilidad de adaptación. El 2026 será un año en el que la confianza, la cultura y la visión de futuro marcarán la diferencia. Quienes apuesten por invertir en el talento estarán mejor preparados para enfrentar la incertidumbre y verla como un aliado que se encarga de sacar la mejor versión de nosotros. Porque la incertidumbre, bien gestionada, es la chispa que mantiene vivo al talento y a las organizaciones. El contenido es responsabilidad del autor. ¿Cómo avanzar en la gestión de talento en medio de la incertidumbre? Por: Mario Barbosa, ASESOR DE AMEDIRH TALENTO AMEDIRH TALENTO CreandoValorRH | Noviembre - Diciembre 2025 10

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