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Pandemia borró una década de avances de la participación laboral de las mujeres

Los sectores más golpeados por las medidas de confinamiento por la crisis de la covid-19 son en los que se emplea la mayor parte de la fuerza laboral femenina, lo que provocó una salida drástica de mujeres del mercado laboral.

La pandemia de covid-19 eliminó más de una década de avances en participación laboral de las mujeres, debido a que los sectores económicos más golpeados por la emergencia sanitaria concentran a la mayor parte de la fuerza laboral femenina.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la tasa de participación de las mujeres en la región se situó en 46%, lo que implica una reducción de 6 puntos en comparación con lo observado en 2019.

En 2020 se registró una contundente salida de mujeres del mercado laboral, las cuales no retomaron la búsqueda de empleo por tener que atender la demanda de cuidados del hogar que implicó el confinamiento masivo para prevenir los contagios de la covid-19.

“Existen algunos sectores económicos que presentan mayor riesgo en términos del volumen de la producción y del empleo como consecuencia de las medidas adoptadas para frenar los contagios. De acuerdo con estas evaluaciones, se prevé un impacto alto en la actividad económica y el empleo en sectores altamente feminizados, como el comercio, las industrias manufactureras, el turismo y el servicio doméstico”, se destaca en el informe especial La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad de la Cepal.

¿Cómo se explica el retroceso en la participación laboral femenina? Las trabajadoras en la región tienen mayor presencia en micro, pequeñas y medianas empresas, en sectores y ocupaciones de baja productividad, tiene una sobrerepresentación en el mercado informal, menores niveles de ingreso, poco acceso a la seguridad y protección social y sobrecarga de trabajo no remunerado y de cuidados.

“Los sectores en riesgo alto concentran alrededor de un 56.9% del empleo de las mujeres y un 40.6% del empleo de los hombres en América Latina. En el Caribe, un 54.3% del empleo femenino y un 38.7% del empleo masculino se concentran en sectores en alto riesgo”, se resalta en el estudio.

La Cepal estima que cerca de 118 millones de mujeres latinoamericanas estarían en una situación de pobreza, 23 millones más que en 2019, debido a la contracción económica de la región y el impacto de las medidas de confinamiento en algunos sectores productivos.

Mujeres, en la primera línea de respuesta

“Las mujeres de la región son parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia. Un 73.2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales, que se suman al mayor riesgo al que se expone el personal de la salud de contagiarse del virus. Todo esto en un contexto regional en el que persiste la discriminación salarial, pues los ingresos laborales de las mujeres que trabajan en el ámbito de la salud son un 23.7% inferiores a los de los hombres del mismo sector”, señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo regional de las Naciones Unidas.

Por otra parte, el sector de trabajo del hogar remunerado, sin la posibilidad de hacer teletrabajo y con una alta precarización, también recibió un duro golpe por la pandemia. Para la segunda mitad del 2020, la ocupación en este rubro —donde el 91% de la fuerza laboral es femenina— tuvo caídas pronunciadas en los países latinoamericanos. Chile reportó una baja 46.3%; Costa Rica, 45.5%; Colombia, 44.4%; México, 33.2%; Brasil, 24.7 por ciento.

En ese tenor, Alicia Bárcena pidió a los gobiernos priorizar en sus planes de vacunación, además del personal de salud, a las personas que prestan servicios asociados a la limpieza, transporte y cuidado; también a quienes se emplean en el sistema educativo y en el trabajo del hogar.

Por último, la secretaria ejecutiva de la Cepal consideró que los países latinoamericanos deben invertir en la economía del cuidado y reconocerla como un sector dinamizador de la recuperación, con efectos multiplicadores en el bienestar, la redistribución de tiempo e ingresos, la participación laboral, el crecimiento y la recaudación tributaria.

Con información de Factor Capital Humano. https://factorcapitalhumano.com/

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mujeres, pandemia, participación laboral

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