Capacitación: vuelve a lo esencial

La capacitación es el proceso que posibilita al colaborador la apropiación de conocimientos que le ayudarán al buen desempeño de su trabajo.

Esta resulta además eficaz para modificar los comportamientos de las personas y así adecuarlos a favor de la organización a la que pertenecen, contribuyendo a la corrección de actitudes poco deseables del personal. Una capacitación poco o nada efectiva dificulta o atrasa el logro de las metas, propósitos y objetivos de la empresa.

La capacitación es la manera como se aprende en qué consiste el trabajo, su importancia y su mejoramiento; además de los cuidados que se deben tener al realizarlo.

Hay que recordar que mientras más clara sea la enseñanza, mayor será la probabilidad de que el empleado entiende completamente las tareas que debe realizar, por lo que se deberá dejar de lado, en la medida de lo posible, el lenguaje rebuscado y excluyente.

Hay que tener en cuenta también la actitud de quien imparte la capacitación, pues si esta es inadecuada o poco responsable, dará a quienes la reciben una imagen descuidaba y de poco valor, lo que decantará en un mal aprendizaje y, por lo tanto, malos rendimientos en la organización.

Elegir a los capacitadores con una actitud más proactiva, que sean capaces de estimular el interés de los colaboradores, facilitará que estos disfruten aprendiendo e incluso lleguen a sus hogares a seguir investigando sobre los temas tratados.

Una buena capacitación permite:

• Prevenir riesgos y evitar daños
• Aumentar la producción y calidad de los productos
• Facilitar las tareas dentro de la organización
• Evitar el exceso de rotación de personal, al tener colaboradores más estables
• Ayudar a descubrir las destrezas de los trabajadores para incrementar su desempeño en un puesto o en un área de trabajo específica.
• Construir trabajadores más competentes y realizados
• Mejorar la comunicación y la participación dentro del equipo de trabajo

La capacitación debe ser vista como una relación recíproca entre las partes: el trabajador, adquirirá nuevos conocimientos que le ayudarán a vivir y desarrollarse mejor; mientras que el empresario que contará con personal calificado, tendrá más oportunidades para alcanzar las metas de su organización.

Por último, se debe considerar que el comportamiento de un ser humano puede ser muy diverso, pues está regido por factores que muchas veces ni las mismas personas conocen.

Por tanto, es deseable tomar en cuenta las costumbres, valores y hábitos del colaborador, dentro y fuera de la empresa, con el objetivo de dirigir adecuadamente los procesos de cambio de conducta y evitar, o por lo menos minimizar, enfrentamientos entre los valores de organización y gente.

Amedirh.